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El Universo Piaget: «El Nacimiento de la Inteligencia en el Niño»

Es un placer acompañarte en este viaje al origen de todo, al mismísimo big bang del pensamiento humano.

Si has llegado hasta aquí, es probable que sientas una profunda curiosidad por entender cómo un bebé, ese ser que parece tan frágil y dependiente, se convierte en un individuo capaz de resolver problemas, de crear, de amar y de pensar.

Jean Piaget, un biólogo suizo con alma de filósofo y ojos de psicólogo, dedicó su vida a responder esa pregunta. Y su libro, El nacimiento de la inteligencia en el niño, es la piedra angular de su monumental obra.

¿De qué trata realmente el libro «El nacimiento de la inteligencia en el niño»?

Imagina que tienes frente a ti a un bebé de pocos meses. Lo ves agitar sus manos, seguir un objeto con la mirada, llevarse todo a la boca. Podríamos pensar que son acciones aleatorias, simples reflejos.

Pero Piaget nos invita a mirar más de cerca, a ponernos unas «gafas de psicólogo» y a ver lo que realmente está sucediendo: un trabajo mental titánico.

Este libro trata sobre eso: sobre la inteligencia antes del lenguaje.

Piaget nos demuestra, a través de la observación minuciosa de sus propios hijos (Lucienne, Laurent y Jacqueline), que la inteligencia no empieza cuando un niño dice su primera palabra o resuelve su primer puzzle. Empieza mucho antes. Se forja en la acción, en el contacto directo y sensorial con el mundo.

En esencia, el libro es la crónica detallada de los primeros dos años de vida, un período que Piaget denominó Estadio Sensoriomotor. Es el relato de cómo un ser puramente reflejo se transforma en alguien que comienza a tener intenciones, a experimentar, a recordar y, finalmente, a pensar con imágenes mentales.

Es, sin exagerar, la historia del origen de nuestra capacidad para pensar.

¿Cuál es la idea principal que Jean Piaget nos presenta en esta obra fundamental?

Si tuviéramos que resumir la esencia de este libro en una sola idea, sería esta: la inteligencia se construye. No es algo que se nos «da» de forma innata ni algo que simplemente absorbemos pasivamente del entorno, como si fuéramos una esponja. Somos arquitectos de nuestro propio conocimiento. A esta idea revolucionaria la llamó constructivismo.

Para entenderlo, Piaget nos regala dos conceptos que son como el yin y el yang del aprendizaje:

  1. Asimilación: Imagina a un bebé que ha aprendido a agarrar su sonajero. Cuando le das un peluche pequeño, intenta agarrarlo de la misma manera. Está «asimilando» el nuevo objeto al esquema que ya conoce (el esquema de «agarrar»). Es decir, interpreta el mundo usando las herramientas mentales que ya posee.
  2. Acomodación: Ahora, imagina que le das una pelota grande y lisa. Su forma de agarrar el sonajero ya no funciona. El bebé tiene que abrir más la mano, usar las dos manos, ajustar su cuerpo. Está «acomodando» su esquema, modificando su estructura mental para poder enfrentarse al nuevo desafío.

Este baile constante entre asimilar (usar lo que ya sé) y acomodar (cambiar lo que sé para adaptarme a lo nuevo) es el motor del desarrollo intelectual. Cada vez que un niño interactúa con un objeto, está, en el fondo, equilibrando estas dos fuerzas y, en el proceso, construyendo una inteligencia más compleja y adaptada. No es un receptor pasivo; es un científico en miniatura.

¿Cuáles son los estadios del desarrollo sensoriomotor según Piaget?

Piaget era un observador magistral y se dio cuenta de que este desarrollo no era caótico, sino que seguía una secuencia ordenada y predecible. Dividió el Estadio Sensoriomotor (de 0 a 2 años aproximadamente) en seis subestadios. Pensemos en ellos como los capítulos de esta increíble aventura.

    • Subestadio 1: El ejercicio de los reflejos (0-1 mes)¿Qué ocurre aquí? El bebé llega al mundo con un «kit de supervivencia»: los reflejos (succión, prensión, etc.). En este primer mes, la «inteligencia» consiste en practicar estos reflejos. No hay intención, solo acción refleja. Caso práctico: El recién nacido no solo succiona cuando tiene hambre. Succiona el dedo del adulto, la esquina de la manta… Está perfeccionando el esquema de succión, haciéndolo más fuerte y eficiente. Es el calentamiento para la gran carrera del pensamiento.

  • Subestadio 2: Las primeras adaptaciones y las reacciones circulares primarias (1-4 meses)¿Qué ocurre aquí? Por azar, el bebé hace algo con su propio cuerpo que le resulta placentero y trata de repetirlo. A esto Piaget lo llama Reacción Circular Primaria. La acción empieza por casualidad y se repite por el placer que genera. Caso práctico: Un bebé se lleva la mano a la boca por casualidad y comienza a chuparse el pulgar. ¡Qué sensación tan agradable! Entonces, intenta activamente llevarse el pulgar a la boca una y otra vez. Ha pasado de un reflejo a una acción coordinada y voluntaria centrada en su propio cuerpo.

  • Subestadio 3: Las reacciones circulares secundarias (4-8 meses)¿Qué ocurre aquí? La acción ya no se centra en su cuerpo, sino en el exterior. El bebé hace algo, también por azar, que produce un resultado interesante en el entorno y trata de repetirlo. La intención empieza a asomar. Caso práctico: El bebé, agitando las manos, golpea sin querer los móviles de la cuna y estos suenan y se mueven. ¡Fascinante! Ahora, mueve las manos intencionadamente para volver a escuchar ese sonido. Ha descubierto que puede tener un impacto en el mundo.

  • Subestadio 4: La coordinación de esquemas secundarios (8-12 meses)¿Qué ocurre aquí? ¡Este es un salto de gigante! El bebé ahora puede coordinar dos esquemas distintos para conseguir un fin. Ya no descubre las cosas por azar, sino que tiene un objetivo claro y busca los medios para alcanzarlo. La conducta es plenamente intencional. Caso práctico: Escondemos su juguete favorito debajo de un cojín. El bebé del estadio anterior, si no lo ve, se olvida. Pero el bebé de este estadio es capaz de hacer dos cosas: (1) apartar el cojín (un esquema) para (2) agarrar el juguete (otro esquema). ¡Ha resuelto su primer problema!

  • Subestadio 5: Las reacciones circulares terciarias y el descubrimiento de nuevos medios (12-18 meses)¿Qué ocurre aquí? El bebé se convierte en el «pequeño científico». Ya no solo repite acciones que le dieron resultado, sino que experimenta activamente para ver qué pasa. Varía sus acciones para observar las variaciones en los resultados. Caso práctico: El niño tiene un patito de goma. Primero lo tira al suelo para ver cómo cae. Luego lo tira con más fuerza. Después lo aprieta para ver si suena. Lo sumerge en el agua. Está explorando sistemáticamente las propiedades del objeto a través de la experimentación activa.

  • Subestadio 6: La invención de nuevos medios a través de la combinación mental (18-24 meses)¿Qué ocurre aquí? La revolución final. La inteligencia deja de ser puramente práctica y se vuelve simbólica. El niño ya no necesita ensayar físicamente (ensayo y error) para resolver un problema; puede representárselo en su mente. Caso práctico: El niño quiere alcanzar un objeto que está al otro lado de los barrotes de su cuna. En lugar de meter el brazo y frustrarse, se detiene, mira el objeto, mira un palo que hay cerca, y de repente, «se le enciende la bombilla». Usa el palo para arrastrar el objeto hacia él. Ha resuelto el problema en su mente antes de actuar. Este es el nacimiento del pensamiento propiamente dicho.

Jean Piaget El Nacimiento De La Inteligencia Libro

¿Qué es la permanencia del objeto y cómo puedo observar su desarrollo?

Este es uno de los descubrimientos más hermosos de Piaget y está íntimamente ligado a los estadios. La permanencia del objeto es la comprensión de que las cosas siguen existiendo aunque no podamos verlas, oírlas o tocarlas. Para un bebé muy pequeño, «fuera de la vista» es «fuera de la mente».

Observar su desarrollo es fascinante:

  • Antes de los 8 meses (Estadios 1-3): Si le muestras un juguete y luego lo tapas con una tela, el bebé actúa como si el juguete hubiera desaparecido para siempre. No intenta buscarlo.
  • Hacia los 8-12 meses (Estadio 4): ¡Empieza la magia! Si tapas el juguete, el bebé levantará la tela para encontrarlo. ¡Sabe que sigue ahí! Sin embargo, comete un error curioso (el «error A no B»): si escondes el juguete varias veces en el lugar A y luego, delante de él, lo cambias al lugar B, seguirá buscando en A. Su concepto de objeto todavía está ligado a su propia acción.
  • Después de los 12-18 meses (Estadios 5 y 6): El niño ya busca el objeto en el último lugar donde lo vio desaparecer y, finalmente, es capaz de inferir dónde puede estar aunque no haya visto el desplazamiento (por ejemplo, si lo escondes en tu mano y luego metes la mano debajo de un cojín, buscará en el cojín). Ha logrado una comprensión madura de la permanencia del objeto.

¿Para qué nos sirve hoy en día estudiar «El nacimiento de la inteligencia en el niño»?

Podrías pensar: «Esto es muy interesante, pero Piaget escribió esto hace casi un siglo. ¿Sigue siendo relevante?». La respuesta es un rotundo SÍ. Entender estos principios no es un ejercicio académico; es una herramienta poderosa que transforma la manera en que interactuamos, educamos y sanamos a los niños.

Este libro nos enseña la lección más importante de todas: el respeto por los ritmos del niño. Nos ayuda a entender que un niño que no comparte (egocentrismo) no es «malo», sino que está en una etapa de su desarrollo. Que un bebé que tira todo al suelo no está «portándose mal», sino que está realizando un experimento científico crucial.

Nos invita a ser observadores pacientes, a proporcionar un entorno rico y seguro para la exploración y, sobre todo, a valorar el juego y la acción como los verdaderos motores del aprendizaje.

Consejos prácticos para aplicar las enseñanzas de Piaget en el aula y la terapia

Aquí es donde la teoría cobra vida. Si eres un profesional que trabaja con niños, estas ideas pueden iluminar tu práctica diaria.

Recomendaciones Para Docentes de Primaria:

Aunque este libro se centra en los primeros dos años, sienta las bases de lo que vendrá después (el período preoperacional y operacional concreto).

  • Recuerda la raíz sensoriomotora: Un niño de 6 o 7 años que tiene dificultades con las matemáticas abstractas (ej. 7+5=12) puede necesitar volver a la base: manipular objetos. Usa fichas, ábacos, regletas. El pensamiento abstracto se construye sobre la acción concreta.
  • Fomenta el aprendizaje por descubrimiento: En lugar de dar todas las respuestas, diseña actividades donde los niños puedan experimentar, equivocarse y encontrar soluciones. Un proyecto sobre plantas donde ellos mismos siembren, rieguen y midan el crecimiento es puro Piaget.
  • Valora el error: El error no es un fracaso. Es un síntoma de la lógica que el niño está usando. Si un niño dice que «tengo dos pieses», no lo corrijas bruscamente. Alégrate de que ha descubierto la regla de formar plurales con «-es» y ayúdalo a acomodar la excepción.

Recomendaciones Para Docentes de Educación Especial:

La obra de Piaget es una brújula invaluable en educación especial, donde la edad cronológica a menudo no se corresponde con la edad de desarrollo.

  • Evalúa en qué estadio está el niño: Usa los subestadios de Piaget como una herramienta de evaluación funcional. Un niño con una discapacidad intelectual severa puede estar trabajando en la permanencia del objeto o en las reacciones circulares. Tu objetivo no será enseñarle a leer, sino ayudarlo a consolidar esa etapa.
  • La repetición es tu aliada: Las reacciones circulares nos enseñan el poder de la repetición para consolidar un esquema. Si estás trabajando una habilidad, repítela en diferentes contextos y con diferentes materiales hasta que se vuelva sólida.
  • Adapta el entorno: El objetivo es crear un desequilibrio «óptimo». El entorno no debe ser ni tan simple que aburra, ni tan complejo que frustre. Proporciona materiales que inviten a la exploración sensorial y motriz: texturas, sonidos, objetos que se pueden apilar, encajar o golpear.

Recomendaciones Para Profesores de Educación Física:

A menudo se ve la educación física como algo separado de lo «académico», pero Piaget nos demuestra que el cuerpo y la mente son inseparables. ¡La psicomotricidad es la base del pensamiento!

  • Eres un constructor de esquemas: Cada vez que un niño corre, salta, trepa o lanza una pelota, está construyendo y refinando esquemas de acción. Estos esquemas (distancia, velocidad, fuerza, equilibrio) son las matemáticas y la física del cuerpo.
  • Diseña circuitos de acción: Crea circuitos donde los niños tengan que resolver problemas motores: pasar por debajo de una valla (esquema de arrastrarse), luego caminar sobre una viga (esquema de equilibrio) y finalmente lanzar una pelota a una cesta (coordinación óculo-manual). Esto es pensamiento sensoriomotor en su máxima expresión.
  • Fomenta la exploración libre: Dedica tiempo a que los niños exploren libremente diferentes materiales (pelotas de distintos tamaños, aros, cuerdas, telas). Esta «experimentación» (reacciones circulares terciarias) es fundamental para que descubran las propiedades de los objetos y las posibilidades de su propio cuerpo.

Recomendaciones Para Psicopedagogos:

Tu rol es, en muchos sentidos, ser un «detective piagetiano», buscando el origen de las dificultades de aprendizaje.

  • Distingue la estructura del contenido: ¿El niño no sabe sumar (contenido) o no ha desarrollado aún la noción de conservación de la cantidad (estructura cognitiva subyacente)? La obra de Piaget te ayuda a hacer esta distinción crucial. La intervención será muy diferente.
  • Trabaja desde la base: Si un niño presenta dificultades en el pensamiento lógico-formal, quizás necesites volver atrás y reforzar las bases sensoriomotoras y operacionales concretas a través de juegos de construcción, seriación, clasificación y manipulación.
  • Utiliza el juego como herramienta diagnóstica y de intervención: Observar a un niño jugar te da más información que muchos tests estandarizados. A través del juego simbólico, puedes ver su capacidad de representación mental, una habilidad que nace en el sexto subestadio sensoriomotor.

Recomendaciones Para Fonoaudiólogos:

El lenguaje no aparece en un vacío. Emerge de los logros cognitivos del período sensoriomotor.

  • Conecta permanencia de objeto y lenguaje: Para que un niño entienda que la palabra «mamá» (un símbolo) representa a su madre (un objeto), primero debe entender que su madre sigue existiendo aunque no la vea. Trabajar la permanencia del objeto (jugando a esconderse, al «cucú-tras») es sentar las bases para la función simbólica del lenguaje.
  • La intención precede a la palabra: La comunicación intencional del estadio 4 (señalar para pedir algo) es un precursor directo del lenguaje. Fomenta estas interacciones pre-verbales. Valida sus intentos de comunicación, dándole nombre a lo que él señala.
  • Juego imitativo: La imitación, que se desarrolla a lo largo de los estadios, es clave para aprender los sonidos y las palabras. Juega a imitar sus gestos y sonidos (imitación diferida, del estadio 6), y anímale a que él te imite a ti. Es un puente directo hacia el habla.

¿Qué críticas ha recibido la teoría de Piaget y cómo podemos entenderlas?

Ninguna teoría es perfecta, y la de Piaget no es una excepción. Es importante conocer sus críticas para tener una visión más completa y equilibrada.

  • Subestimación de las capacidades infantiles: Investigadores más recientes, con metodologías más sofisticadas (como medir el tiempo de mirada de un bebé), han sugerido que los bebés pueden tener noción de la permanencia del objeto o de la causalidad mucho antes de lo que Piaget pensaba. Quizás el problema no era que no lo supieran, sino que no tenían las habilidades motoras para demostrarlo (como levantar una tela).
  • Etapas demasiado rígidas: El desarrollo no es tan lineal y escalonado como las etapas de Piaget sugieren. Un niño puede mostrar conductas de diferentes estadios al mismo tiempo, y el progreso puede tener avances y retrocesos.
  • Poca importancia al factor social y cultural: Piaget se centró mucho en la interacción del niño con los objetos, pero otros teóricos como Lev Vygotsky destacaron el papel crucial de la interacción social y la cultura en el desarrollo. Aprendemos no solo explorando solos, sino con la ayuda de otros más expertos.

¿Invalidan estas críticas a Piaget? En absoluto. Simplemente matizan y enriquecen su modelo. Piaget nos dio el mapa general del territorio; los investigadores posteriores están añadiendo detalles y rutas alternativas. Su obra sigue siendo el punto de partida indispensable para cualquiera que quiera entender la mente infantil.

Resumiendo, ¿por qué este libro sigue siendo un faro en la comprensión de la infancia?

El nacimiento de la inteligencia en el niño es mucho más que un libro de psicología. Es una declaración de amor y respeto a la infancia. Nos enseña a arrodillarnos, a ponernos a la altura de los ojos de un niño y a maravillarnos ante el esfuerzo monumental que supone construir un pensamiento.

Nos deja un legado imborrable:

  • Un niño activo: Cambió la imagen del niño pasivo por la de un constructor activo de su realidad.
  • La importancia de la acción: Nos demostró que pensamos con las manos, con el cuerpo, antes de pensar con palabras.
  • Un mapa del desarrollo: Nos ofreció una secuencia lógica y observable que, aunque con matices, sigue siendo una guía increíblemente útil.

La próxima vez que veas a un bebé tirar repetidamente su cuchara desde la meza, no te impacientes. Sonríe. Estás presenciando, en vivo y en directo, el nacimiento de la inteligencia.

Estás viendo a un pequeño científico en su laboratorio, realizando un experimento crucial.

Y gracias a Jean Piaget, ahora tú tienes el conocimiento para entender la genialidad que se esconde en ese simple acto.

Y entenderlo, lo cambia todo.

Te enviaré información de altísimo valor para que aprendas más y apruebes todos tus exámenes: