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Si estás leyendo esto, es muy probable que la frase «estudiar y trabajar» sea parte de tu día a día.
Y no me refiero a un trabajo ideal, sino a esa realidad que muchos conocemos: la de buscar la forma de parar la olla, de pagar el bondi, los apuntes, o simplemente de tener algo de plata en el bolsillo.
Lamentablemente, en Argentina, esa búsqueda a menudo nos empuja al terreno del trabajo en negro: empleos informales, mal pagos y, seamos sinceros, a veces hasta explotadores.
Pero, ¿y si te dijera que hay un camino para ir más allá de esa realidad? ¿Que podés encontrar oportunidades laborales legítimas y bien remuneradas que, de verdad, se adapten a la exigencia de la facultad?
La respuesta es un rotundo sí, y acá te voy a contar cómo.
La cruda realidad: ¿Por qué el «trabajo en negro» es tan común?
Mirá, no es un secreto que la situación económica del país nos pega a todos, y a los estudiantes, ni te cuento. Con la inflación galopante, la plata se te escurre de las manos. Se estima que entre el 42% y el 65% de los que cursamos en universidades públicas venimos de hogares con ingresos bajos.
Esto significa que, para muchos de nosotros, trabajar no es una opción, es una necesidad básica para subsistir.
El problema es que esta necesidad choca de frente con la realidad de la facultad.
¿Te suena esto? «Hoy tenés clase a las 10 de la mañana, después a las 4 de la tarde y a la noche otra a las 11». ¡Así es imposible trabajar y estudiar! Y ni hablar de la exigencia de asistencia.
La consecuencia directa de todo esto es que muchísimos terminamos en trabajos en negro o «informales». Ahí, los derechos laborales son una utopía, la paga es mínima y la carga física y mental es enorme.
La frustración se vuelve «moneda corriente», y la supervivencia económica, muchas veces, le gana al desarrollo profesional.
El camino hacia lo legítimo: Flexibilidad y transparencia
Para salir de ese círculo vicioso del trabajo en negro, la clave está en buscar oportunidades que te ofrezcan flexibilidad real y transparencia en las condiciones laborales. No es fácil, pero es totalmente posible.
1. Priorizá la flexibilidad horaria y el trabajo remoto
Tu tiempo es oro, y más si estás cursando. Por eso, tenés que buscar roles que te permitan adaptar tus horas de trabajo a tu cronograma de estudio.
Trabajos por proyectos o freelance: Acá tenés una mina de oro. Podés hacer tareas específicas con plazos definidos, lo que te permite organizarte. ¿Ejemplos concretos? Podés ser redactor de contenidos para blogs o redes sociales, asistente virtual para emprendedores, transcriptor de audios, diseñador gráfico para pequeños proyectos (logos, flyers), o incluso tutor online de alguna materia en la que seas bueno.
- ¿Dónde buscar? Plataformas como Workana, Fiverr y Upwork son gigantes del freelanceo a nivel global y tienen mucha presencia en Argentina. También hay opciones más locales como SoyFreelancer. Crearte un perfil ahí es el primer paso.
Roles con horarios part-time adaptables: Algunas empresas, sobre todo las startups o las que tienen una cultura más moderna, entienden la realidad del estudiante. Ofrecen turnos reducidos o la posibilidad de ajustar la carga horaria según tus parciales o finales. Pensá en call centers con turnos rotativos, cadenas de retail con horarios flexibles o empresas de tecnología que buscan perfiles junior.
Opciones de teletrabajo: Si podés trabajar desde casa, ¡aprovechalo! Te ahorrás tiempo de viaje, plata en transporte y tenés más autonomía para manejar tus tiempos. Muchas de las oportunidades freelance son 100% remotas.
2. Buscá plataformas y empresas que valoren al estudiante
No todas las ofertas laborales son iguales.
Enfocate en aquellas que explícitamente buscan estudiantes o que tienen programas de pasantías y primer empleo. Estas suelen ser más conscientes de tus necesidades y, lo más importante, ofrecen contratos formales y beneficios.
Programas de Pasantías: Grandes empresas suelen tener programas anuales de pasantías rentadas. Son una excelente puerta de entrada al mundo corporativo, te dan experiencia real y, generalmente, son compatibles con la facultad. Empresas como Raízen, Mirgor, Danone, MicroStrategy, Cummins, Coca-Cola, COELSA, LABYES, ALTOMONTE y CEVA son ejemplos de compañías que suelen ofrecer este tipo de oportunidades en Argentina.
Portales de empleo específicos para estudiantes: Además de los clásicos como Bumeran o ZonaJobs, hay plataformas que se enfocan en el público universitario. Universia (universia.net.ar) tiene un portal de empleo y pasantías muy completo. Algunas universidades, como la UADE (uade.edu.ar), también tienen sus propios portales exclusivos para alumnos y graduados, con convenios con más de 3.600 instituciones. ¡Revisá el de tu propia facultad!
LinkedIn: Es tu mejor amigo profesional. Optimizá tu perfil, conectá con reclutadores y usá los filtros de búsqueda para «pasantías» o «primer empleo». Muchas empresas publican sus búsquedas directamente ahí.
3. Exigí transparencia y formalidad
Este punto es clave para salir del trabajo en negro. Un trabajo legítimo implica un contrato, registro, aportes jubilatorios y una remuneración clara.
No te conformes con promesas vagas: Desconfiá de las ofertas que prometen «dinero fácil» sin requisitos claros o que evitan hablar de formalidades. Un empleo en blanco no solo te da seguridad económica, sino que también suma experiencia laboral válida para tu futuro profesional y te abre puertas a créditos, alquileres y más.
Monotributo: Si vas a trabajar como freelance, es fundamental que te registres como monotributista. Es la forma legal de facturar tus servicios y evitar problemas fiscales. Al principio puede parecer un lío, pero es más simple de lo que crees y te da muchísima tranquilidad. Si tenés dudas, consultá con un contador.
Construyendo tu carrera mientras estudiás: Más allá del título
En el mercado laboral argentino, la experiencia y las habilidades prácticas están ganando terreno frente al título universitario por sí solo.
Muchos graduados con excelentes promedios luchan por encontrar empleo porque se enfocaron solo en el estudio y no en «profesionalizarse dentro de la industria». Acá es donde tu trabajo mientras estudiás puede ser una ventaja estratégica.
1. Aprovechá tus habilidades académicas (y desarrollá nuevas)
Tu paso por la facultad te dota de conocimientos que pueden ser muy valiosos.
Convertí tu conocimiento en servicio: Si estudiás Diseño Gráfico, podés hacer logos o piezas para redes. Si sos de Comunicación, podés gestionar redes sociales o redactar textos. Si estás en Ciencias Económicas, ofrecé servicios de contabilidad básica o análisis de datos. Incluso habilidades como la investigación, la redacción académica o la organización son muy demandadas.
Capacitate en lo que el mercado pide: Las universidades a veces están «muy atrasadas» en ciertas áreas, como la programación. No esperes que la facultad te dé todo. Buscá cursos cortos o bootcamps que te permitan adquirir habilidades digitales y técnicas que hoy son muy valoradas.
- ¿Dónde capacitarte?
- Plataformas online globales: Coursera, edX y Udemy ofrecen cursos de universidades y empresas de todo el mundo, muchos con certificaciones.
- Plataformas especializadas en tecnología: Platzi es excelente para programación y diseño.
- Bootcamps y academias locales: En Argentina, Coderhouse y Digital House son muy reconocidas por sus cursos intensivos en programación, diseño UX/UI, marketing digital y data science. KeepCoding y MindHub también ofrecen bootcamps de programación con enfoque en empleabilidad.
- Iniciativas gratuitas o con becas: Google, a través de Potrero Digital, suele ofrecer becas para cursos en habilidades digitales e IA (Marketing Digital, Ciberseguridad, Análisis de Datos, UX/UI, etc.). ¡Estate atento a estas convocatorias en la página de Argentina.gob.ar o en Xataka.com.ar!
- ¿Dónde capacitarte?
2. Desarrollá tus «soft skills»
Las habilidades blandas son el comodín que te abre puertas.
La comunicación efectiva, el trabajo en equipo, la resolución de problemas, la adaptabilidad y el pensamiento crítico son «altamente buscadas y pocas personas las tienen».
Practicalas en cada oportunidad: Cualquier trabajo, incluso uno part-time, es una oportunidad para practicarlas. Saber comunicar tus ideas en una reunión, resolver un problema inesperado en equipo o adaptarte a un cambio de último momento son habilidades que te distinguen.
Cursos específicos: Si sentís que necesitás un empujón, hay instituciones que ofrecen capacitaciones en habilidades blandas. La Soft Skills Academy de la Universidad Blas Pascal o cursos de NobleProg son ejemplos de dónde podés fortalecer estas competencias.
3. El networking es tu aliado
Cada persona que conocés en el ámbito laboral es una potencial conexión.
Sé proactivo: Andá a webinars, ferias de empleo universitarias (muchas universidades las organizan), o eventos de la industria de tu carrera. No subestimes el valor de conocer a «gente que tiene aspiraciones» y que puede darte una mano o simplemente nuevas ideas.
Mantené el contacto: Un simple mensaje en LinkedIn después de un evento puede hacer la diferencia. Nunca sabés cuándo esa conexión puede abrirte una puerta inesperada.
Consejos prácticos para el estudiante trabajador
Sabemos que la vida del estudiante que trabaja es una maratón. Acá te dejo algunos tips para que no te «quemes» en el intento:
La organización del tiempo es crucial: La realidad de trabajar y estudiar es exigente y «toma un enorme costo físico y mental». Usá herramientas de planificación como Google Calendar, Trello o Notion para organizar tus tareas y plazos. Sé realista con la cantidad de materias que podés cursar por cuatrimestre. Es preferible ir más lento pero seguro, que frustrarte y abandonar.
Cuidá tu salud mental: La frustración, el estrés y la ansiedad son compañeros frecuentes en este camino. No dudes en buscar apoyo si te sentís «traumatizado» o «estancado». Muchas universidades tienen servicios de bienestar estudiantil (aunque a veces limitados) o podés buscar terapeutas online. Priorizá el descanso, la alimentación y actividades que te permitan desconectar y recargar energías.
Comunicación con la facultad: Si bien los horarios son rígidos, algunos profesores o cátedras pueden ser comprensivos si comunicás tu situación. No tengas miedo de acercarte y explicar tus desafíos. A veces, una buena comunicación puede abrirte puertas a flexibilidades o a entender mejor cómo manejar la cursada.
Conclusión
Ir más allá del trabajo en negro y encontrar un empleo legítimo y bien pago mientras cursás la facultad en Argentina es un desafío, sí, pero no es una utopía.
Requiere estrategia, proactividad y un enfoque inteligente en la flexibilidad y el desarrollo de habilidades.
Al buscar oportunidades que te brinden experiencia valiosa y condiciones justas, no solo vas a aliviar tu carga económica, sino que también vas a estar construyendo una base sólida para tu futuro profesional, mucho antes de tener el título en tus manos.
Tu esfuerzo hoy es la inversión más importante en tu mañana. ¡Dale para adelante!

Soy Psicopedagogo y me dedico a ayudar a las personas a aprender mejor. Mi campo de especialización es la Psicología Genética, semanalmente doy tutorías personalizadas online para profesorados. Además, me dedico a ayudar a cualquier estudiante universitario que necesite mejores técnicas de estudio para aprobar sus exámenes finales y lograr graduarse rápidamente. (Por cierto, si quieres asistir a alguna clase en vivo te invito a nuestro grupo de «Estudiantes de Alto Rendimiento» en Facebook)